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sábado, 25 de mayo de 2013

viernes, 24 de mayo de 2013


CRITICA - EIDOS (FORMA DEFINIDA)                 Estructura y cuerpo

Hoy concluyen las funciones de esta extraordinaria creación de la coreógrafa Noemí Lapzeson. En el Alvear.

INTERPRETE MAGNIFICA ROMINA PEDROLI, SOLA, EN EL VASTO ESCENARIO DEL TEATRO ALVEAR.
Hoy concluye el breve ciclo de cuatro funciones de la obra Eidos (forma definida), una creación de la coreógrafa argentina Noemí Lapzeson que se estrenó en el Teatro Presidente Alvear (Av. Corrientes 1659) el jueves pasado. Eidos... es un solo interpretado por la bailarina Romina Pedroli, también argentina y que, como Lapzeson, vive en Ginebra.

En relación a la palabra "forma", el diccionario Larousse da la siguiente definición: "figura exterior de los cuerpos"; y además "configuración, estructura, configuración".

La pieza creada por Noemí Lapzeson, que contiene en su título la palabra "forma", es un extraordinario trabajo sobre la misma. El movimiento fluye del cuerpo de la bailarina (o mejor, cuerpo y movimiento son una única cosa) y si pudiéramos detener, como en un ejercicio de la imaginación, un momento cualquiera de ese fluir encontraríamos una configuración nítida y bella, sin imprecisiones ni titubeos formales.

Pero también Eidos... es un gran trabajo sobre la forma entendida como estructura, sucesión o encadenamiento de las partes de una totalidad. La coreógrafa -en una estrecha colaboración con la intérprete- eligió una determinada cantidad de células o frases de movimiento y a lo largo de los escasos cincuenta minutos en que se extiende la obra las altera en sus velocidades, duraciones, disposiciones espaciales, energías.

En otras palabras, la pieza regresa una y otra vez a formas ya expuestas pero en cada una de ellas abre una nueva expresión y, al mismo tiempo, una nueva percepción sensible.

Romina Pedroli, que se formó como bailarina en el Taller de Danza del Teatro San Martín, es una intérprete magnífica; sola en el vasto escenario del Teatro Alvear, arma y desarma con sutil potencia escénica los espacios virtuales que su movimiento genera.

Lapzeson ha contado además con dos invalorables aportes: la iluminación, de Jean-Michel Broillet, y el diseño de video, realizado por Alexandre Simon. La música es una composición electrónica de Gabriel Scotti y Vincent Hänni.

Es interesante comprobar que aun en el caso de una construcción eminentemente formal, no narrativa, como es Eidos (forma definida) hay un aspecto que se resiste al análisis y es el que finalmente da a la obra su entidad poética. Seguramente las líneas del poeta T.S.Eliot, que Noemí Lapzeson eligió como cita para su obra, ocupan el lugar de esa explicación. Esta es la cita: Entre la concepción y la emoción/entre la emoción y la reacción/cae la sombra